EL VIAJE

Por fin creo que me voy a decidir a contar nuestro gran viaje a China, una gran aventura inolvidable e irrepetible:

DIA 19 DE ABRIL (JUEVES)

Después de muchos preparativos desde que conocimos la asignación el 5 de marzo y vimos tu foto el 12, por fin hicimos las maletas para nuestro gran viaje, ropita, biberones, pañales, medicinas, comida, íbamos cargados con dos maletas enormes, mochilas, el ordenador, los papeles por un lado, el dinero por otro, en fin que no nos podíamos pasar de 40 kilos y al final lo clavamos con 39,5 kilos físicamente hablando, pero lo que más pesaba eran nuestros corazónes repletos de ilusion, y nuestros estómagos cargados de nervios, y aunque eso no lo detectó ninguna máquina, yo creo que nuestra caras nos delataban.

Nuestro amigo Javier vino a recogernos a casa y nos llevó al aeropuerto donde empezamos a ver a otras parejas que inconfundiblemente iban a lo mismo que nosotros, aunque no nos conocíamos, todos nos mirábamos sabiendo que por fin había llegado nuestro momento y que todos íbamos a hacer el viaje de nuestras vidas.

Por fin nuestro avión de Air France con destino a París, despegó a la 1 de la tarde, y aterrizamos sin novedad en París a las 3 donde teníamos que coger rápidamente el otro vuelo para Pekín!!!.

Por fin después de hacer el enlace con algunas confusiones y con poco tiempo, nos acomodamos por decir algo en el enorme Jumbo que nos llevaría a China, un avión enorme donde íbamos a pasar las siguientes 10 horas. Las primeras 4 horas se hicieron llevaderas pero a partir de la quinta hora el agotamiento empezó a hacer mella y el tiempo parecía no pasar.

Por fin a las 7,45 horas del día 20 de abril, aterrizamos en el aeropuerto de Pekín.

YA ESTAMOS EN CHINA

DIA 20 DE ABRIL (VIERNES)


Un poco aturdidos salimos todos en grupo y después de pasar por varios controles y recoger las maletas con cuidado de no olvidar nada y pegados sobre todo a la cartera donde llevábamos nuestro dinero y todos los documentos salimos, donde nos estaba esperando la guía de ACI, SOFIA, una chinita muy mona que hablaba español con el típico acento chino, y que después de reunirnos a todos y darnos la bienvenida nos explica lo que vamos a hacer en las próximas horas.
Empezamos a hacer amistad con Pedro y Lola, una pareja de Arjonilla (Jaén) muy salados ellos, sobre todo Lola que tiene mucho humor y no se calla ni debajo de agua.

Nos subimos en el autobus y comenzamos a descubrir la gran ciudad de Pekín, que no tiene nada que ver con lo que yo me había imaginado. Mucho tráfico, unas autopistas y avenidas interminables, muchos edificios altos y modernos, mucha gente por la calle y toda clase de carromatos, bicicletas, carros y motos, cargados de todo tipo de mercancia circulando para aquí y para allá. También vemos bastantes zonas más destartaladas y sucias pero en general la impresión que me dió fue de estar en cualquier gran ciudad europea o de cualquier país occidental.





Llegamos a nuestro Hotel XI YUAN, un hotel de 5 estrellas, situado en el tercer anillo de Pekín.

Estábamos cansados pero Sofía nos prepara una emocionante visita al Carrefour que hay cerca del hotel, para comprar agua mineral y cualquier otra cosa que necesitemos.

Vamos todos como corderillos detras de ella, y aunque se parece bastante a cualquier hipermercado español, hay tres veces más gente que aquí, todo el mundo con una actividad frenética, y miles de cajas y cajeros muy jóvenes, con unas colas interminables en todos sitios.
Fue toda una experiencia deambular por todos los pasillos del supermercado viendo toda clase de productos, que muchos de ellos no sabíamos ni lo que eran.

Así se hizo la hora de comer y como íbamos todos en grupo y en China la hora de comer termina más o menos a las 2 de la tarde, pues no nos arriesgamos mucho y terminamos en un Pizza Hut.

Aquí empezaron nuestro problemas con el idioma, no por el chino, que evidentemente no sabiámos nadie, sino porque era difícil hacerse entender no sólo en inglés, sino en el universal idioma de los gestos y signos. Nos costó un mundo pedir una simple pizza de jamon y lo que es más increible, para pedir unas cervezas frías nos las vimos y nos las deseamos, porque allí les gusta la cerveza, la tienen de todas clases, pero al parecer, no toman la cerveza fría, y nos llegaron a traer hielos para poner en las cervezas, increible.


En fin este día en Pekín fue como una primera toma de contacto con esta cultura milenaria y misteriosa, y también fue como una especie de despedida de soltero, ya que prácticamente era nuestro último día de ser pareja acomodada y sin ningún tipo de cargas familiar, eso estaba a punto de cambiar para siempre, puff qué miedo!!!



DIA 21 DE ABRIL (SABADO)



Después de dormir no mucho, quedamos a las 7 de la mañana para ir al aeropuerto y coger el avion que por fin nos llevaría a NANCHANG.




Salimos a las 12 de Pekín en un avión de Air China y tras unas cuantas turbulencias y casi tres horas de vuelo, aterrizamos en Nanchang. Hacía un calor horrible, muy húmedo y pegajoso.


El autobús nos llevó al Hotel JIN FENG, y pudimos ver un poco la increible y poco común ciudad de Nanchang, esto si que es China.

Nanchang también es una megaciudad, se ve que el espacio les sobra por todos los lados, porque allí todo es a lo grande, avenidas, rotondas, puentes, edificios, neones, y chinos y chinos y más chinos por todos lados, andando, en bici, en moto, en carro, sólos, en grupo, y coches y más coches.

El tráfico de Nanchang es indescriptible, algo digno de verse, es como un espectáculo preparado pero muy real. Allí los semáforos, y los pasos de peatones no sirven para nada, es como un desfile caótico de coches, motos y personas todos por su camino, y lo más increible de todo es que funciona, no hay golpes, ni atropellos, al menos nosotros no los vimos.

Parece que tienen un código secreto para conducir y a base de estridentes pitidos y más pitidos consiguen una caótica sinfonía, como si fuera una orquesta que nadie dirige, pero donde increiblemente todo el mundo sabe lo que tiene que hacer. http://es.youtube.com/watch?v=QR20ZXuY6yg . Pincha si quieres saber comprobar lo que te digo.

Bueno por fin llegamos al Hotel, un moderno edificio de no se cuantas plantas, y después de descargar, volvemos a quedar con Sofía la guía, para ir al WALL MART, un centro comercial inmenso. Nos dirigimos a comprar el carrito para las niñas, esto si que fue de risa, allí 12 parejas españolas como locas, mirando los carros, que si este, que si aquél, que yo el rojo, que yo el azul, bueno las dependientas y la gente que nos veía no se lo que pensarían pero era todo un cuadro, desfilando con nuestros flamantes super carritos, vacios de momento, entre los pasillos del supermercado, sorteando a la gente y muertos de risa, de verdad que los chinos nos miraban con unas caras de alucine que era para haberlo grabado.

Esa noche cenamos en el hotel, en el buffet, pero no te podías despistar mucho, porque como ya he comentado, el horario allí es europeo complemamente y después de las 9 o 9,30 no podías ya cenar en ningún lado.

La comida... bueno la comida, pues había de todo, si te querías arriesgar a probarlo todo, pues no sabes como íbas a terminar, si asfixiado por el picante o vomitando algo impronunciable. Yo no me arriesgué mucho y iba siempre a lo conocido, filetes de ternera, arroz, ensaladas y cosas así.

Lo mejor aquí eso sí, era la cerveza, TSING TAO, te ponían unas botellas de casi medio litro, relativamente fresquita, pero muy flojita, era como una cerveza casi sin alcohol, pero muy buena.

Este día fuimos fomentando un poco la relación con las demás parejas, y conociéndonos un poco mejor. Nosotros conectamos como ya he dicho, con los de Arjonilla, y también con Amor y Tomás, una pareja de Zaragoza.


Esa noche nos quedamos con Pedro y Lola en el Hall tomando una copa por llamarlo de alguna manera, porque no tenía nada que ver con las copas que aquí conocemos.

Esa si que fue realmente nuestra despedida de pareja casada sin hijos, la noche siguiente, tú Ana , ya te habrías apoderado de todo nuestro tiempo y de toda nuestra atención.


DIA 22 DE ABRIL (DOMINGO)

Por fin llegamos al día clave de este viaje y la razón del mismo, TU ENCUENTRO.

Fue un día verdaderamente especial por muchas razones, la primera evidentemente porque finalmente había llegado el gran día tan esperado, pero también porque ese día tuvo como dos partes, y te cuento.

Después de descansar esa noche bastante bien, y ya que la visita al Registro no estaba prevista hasta las tres de la tarde, nos levantamos decididos a conocer un poco la ciudad, al menos por los alrededores del hotel, quedamos con Lola y Pedro y con Amor y Tomás, y nos fuimos cámaras en mano para plasmar un poco el ambiente.

Cuando desayunamos ya vimos que el día estaba un poco gris y parecía que iba a llover, pero cuando ya nos echamos a la calle y comenzamos a andar, empezó a llover de tal manera que yo no recuerdo otra igual. La temperatura era buena, y de momento con un paraguas nos arreglamos.

















os metimos en una tiendecita cerca del Hotel, Tífanys, donde cuando nos vieron que evidentemente no éramos chinos, nos reclamaron para que entraramos para hacer gasto porque tenían todo tipo de trajecitos chinos, kimonos y souvenirs. Nosotros entramos porque así dábamos un poco de tiempo para ver si escampaba.

Una vez dentro, las dependientas sabían muy bien que el motivo de estar en Nanchang no era simplemente para hacer turismo, no creo que las agencias de viaje occidentales, oferten Nanchang como un super destino turístico, por eso ellas sabían que estábamos allí para recoger a nuestras niñas, y así nos preguntaron el nombre chino de las niñas y su fecha de nacimiento para buscar el periódico donde aparecía el anuncio del abandono de las niñas, lo encargamos y continuamos andando por las calles, resguardándonos en las miles de tiendecitas de todo tipo de objetos y allí donde nos parábamos todo el mundo nos ofrecía su sonrisa y nos hacian como una especie de reverencias con la cabeza, nosotros les sonreíamos también y como estaba lloviendo tanto, nos invitaban a pasar dentro, ofreciéndonos unos taburetitos para que nos sentáramos a esperar que dejara de llover, mientras allí resguardados podíamos ver como la ciudad continuaba con su frenética actividad, y no dejaban de pasar coches, motos y bicis, todo el mundo bien pertrechado para protegerse de la lluvia, con unos inmensos chubasqueros de colores llamativos a modo de capotas que les cubría casi hasta las ruedas de las bicis, se ve que están bastante acostumbrados a tener estos diluvios.

De verdad que fue un paseo apasionante, y al final de cornisa en cornisa y ya empapados hasta las rodillas llegamos al hotel. Nos cambiamos de arriba abajo y nos empezamos a preparar para el gran momento.

Quedamos todos con Sofia en el hall del hotel, para salir hacia el Registro donde nos encontraríamos por fin contigo. Todos estábamos muy nerviosos, y nos hicimos esta foto en el hall como recuerdo.

Cuando nos montamos en el autobus, milagrosamente había parado de llover y se había quedado un día apacible y tranquilo. No volvio a llover más en toda nuestra estancia en China.

Llegamos al Registro y los nervios eran cada vez más patentes en todos. Nos pasaron a una Sala grande con bancos alrededor y con muchas banderas al fondo, entre ellas la española.

Yo me vestí con una blusa roja, porque sabía que para los Chinos es el color de la buena suerte.

Nos sentamos todos a esperar con impacienciencia, la espera se hizo muy larga, Sofía nuestra guía, mientras tanto dijo el orden de entrega de las niñas y resulta que nosotros ¡éramos los primeros!, bueno esque a mi en ese momento me dio un vuelco el corazón.

Por fin una puerta del fondo se abrió y empezaron a desfilar las cuidadoras y el director del orfanato con todas vosotras en brazos, cada una llevaba a dos niñas en los brazos, y entonces ya fue la locura, todo el mundo se levantó intentando reconocer a su niña. Yo en cuanto te vi, no tuve duda de que eras tú, esos ojos despiertos y tu boca de fresa eran inconfundibles y entonces ya sólo tuve ojos parat tí.

Estas son tus primeras fotos no son buenas pero valen como testimonio, eran exactamente las 15,15 horas en China, en España eran las 9,15 horas de la mañana.

De momento no nos podíamos acercar, estabaís todas enfrente, como a unos 5 metros de nostros, colocadas en fila en los brazos de las cuidadoras, y todas las parejas al borde de un ataque de nervios, ¡esa es la mía! ¡la mía está allí! en fin es difícil imaginar tanta emoción.


Bueno allí estabas, tan regordeta, tan espabilada mirando para todos los lados, observándolo todo parecías tranquila hasta que tu cuidadora te dejó sentadita a tí sóla en el banco, y empezaste a berrear, entoces se acercó Sofía a consolarte, y dijo ¡esta es Yu Chun!, yo me intenté acercar un poco y conseguí hacerte una pequeña caricia para ver si te calmabas, pero no me dejaron cogerte de momento.

Al rato te calmaste y entoces por fin Sofía comenzó a nombrar a las familias para que nos fueran entregando a las niñas. Nosotros éramos los primeros, asi que dijeron nuestros nombres y nos levantamos, el director del orfanato Mr. Wang te puso en mis brazos y entregamos los regalos que llevábamos, y el sobre con el donativo para tu orfanato.

Parecía que estabas a gusto en mis brazos, de momento no llorabas, solo me mirabas con asombro, pero no hiciste ningún amago de escaparte de mis brazos. Mientras papá estaba grabando este momento, pero se ve que los nervios también se habían apoderado de él y el reportaje, ya lo verás, no es muy bueno, pero lo importante esque ya estabas con nosotros.

Luego cuando papá te cogió te dió una pequeña rabieta, pero haciéndote unas cuantas monerías te tranqulizaste e incluso esbozaste una pequeña sonrisa.

Se ve que estabas cansada e inquieta, quizás tenías hambre, así que te preparé un biberón, e intenté dártelo y te agarraste a él con fuerza y te calmaste enseguida.

Aquí estás otra vez, Malena la otra niña de la foto no dejaba de mirarte allí empaquetada como venías en esas ropas.

La verdad que eras preciosa aunque papá y yo nos asustamos un poco, porque la piel de tu carita estaba muy irritada, con granitos y eczemas por todos los lados, aunque estábamos seguros que con nuestros cuidados eso iba mejorar.

Por fin cuando todo el mundo recogió a sus tesoros nos fuimos al hotel para descansar y tener un poco más de intimidad familiar.

Lo primero que hicimos fue desnudarte para darte un baño, y pudimos comprobar que tu piel desde luego no había sido muy bien cuidada, tus bracitos tenían unos enormes eczemas y el culete también estaba irritado, las uñas las traías bastante largas y sin mucha higiene.

Cuando te metimos en la bañera te defendiste como pudiste, eso te parecería raro y no querías de ninguna manera que te laváramos, pero con unos pocos de mimos conseguimos bañarte, te echamos cremita y te pusimos un pijama limpio.

Luego te tomaste un biberón que te supo a gloria y te pusimos en la cunita que había en el hotel, que previamente tuvimos que hacerla un poco más cómoda, porque no tenía colchón, sino una tabla forrada y nada más.


Pusimos unas almohadas debajo y te acostamos, y entoces nos deleitastes con abiertas sonrisas y tiernas miradas que estuvieron a punto de derretirnos, se ve que estabas a gusto, aunque de momento no nos conocías de nada, nosotros llevábamos mucho tiempo soñando con este momento.

Te dormirste pronto y pudimos echarnos una pequeña siesta aunque yo no me pude dormir.

Cuando te despertaste era la hora de cenar, te vestimos por primera vez para bajar a cenar al bufett, estrenaste tu flamante carro y te encantó estar allí sentada, teniéndonos a nosotros dos siempre pendiente de tí.

Aquí estan dos recien estrenados papás orgullosos de sus dos dormilones retoños.

Y por fin terminó este largo día, todos estábamos agotados, tú dormiste como una campeona toda la noche, así con los brazos abiertos como pidiendo y esperando recibir todo el cariño que sabías que nosotros te ibamos a dar sin medida.

Yo no pude pegar ojo en toda la noche, se ve que tanta excitación produce insomnio.